https://jesusmartinezmarin.org/2022/02/12/la-respuesta-es-aprendibilidad/
Leía en uno de los (magníficos) artículos de Genís Roca que hablar de dos días de teletrabajo en la Administración Pública hubiera sido, hasta 2020, una conversación de barra de bar de borrachos.
Ha ocurrido. Lo creo un efecto directo de la profunda transformación que las organizaciones están haciendo empujadas por la pandemia.
En menos de dos meses se vieron superados miles de horas de debates para el cambio de prácticas obsoletas. Resistencia cero.
Pero ahora, pasados ya dos años del inicio de la pandemia puede observarse que la profundidad de los cambios es aún mayor de lo que preveíamos. Y lo que es más importante, afecta a los propios valores. Tanto a los personales como, progresivamente, a los organizacionales.
¿Cómo sino explicar lo que hemos conocido como la gran renuncia? Y no podemos decir que sea un fenómeno fuera del entorno de la Administración Pública y de nuestro contexto geográfico.
Todos conocemos casos cercanos en los que se ha producido abandono. Y, en palabras de Carlos Suso, a veces en forma de dimisión interior.
Definitivamente algo está cambiando en nuestra manera de entender el trabajo. Hasta los que somos de la generación baby boomer -que está costando un poco más-, no tiene marcha atrás (salvo para los muy enganchados).
Como dice Silvia Martínez, también se puede se puede observar en el incremento de la tendencia a migrar a ámbitos administrativos en los que se aprecie más las ganas de aprender y de aportar (autorrealización).
Como primera consecuencia haríamos bien si diseñamos el puesto de trabajo de nueva generación para el empleado público añadiendo esta nueva variable (viñeta)

Y estos factores, aunque propiciados coyunturalmente (pandemia) tienen una raíz más profunda.
Hace poco con compartía esta historia de The New York Times (vía Manel Muntada) Quiero que mi hijo aprenda a ser perezoso, en la que much@s emplead@s públicas se veían reflejados.
Frente a este segundo tsunami, los departamentos de Recursos Humanos y de Formación han de hacer una lectura atenta y buscar respuestas si quieren seguir siendo relevantes.
Y se está en ello. Lo vemos en Tendencias en (1) Talento y (2) Aprendibilidad
1- En el informe TENDENCIAS TALENTO 2022 (gracias, Òscar Dalmau) lo tienen claro:
No cabe duda de que, en los últimos años, el modelo de trabajo vive en una revolución permanente. Ya se intuían síntomas de cambio antes de 2020, pero con la llegada de la pandemia, la implantación masiva del teletrabajo y la transformación de las prioridades de los profesionales, este fenómeno se ha acelerado.
2021 ha sido un año de transición en el que algunas de las tendencias de 2020 se han asentado y otras han ido desapareciendo. 2022 será el momento en el que veremos si lo que intuimos viene para quedarse o si las organizaciones prefieren volver a las reglas de juego pre-pandemia. En nuestra opinión, nos encontramos ante una inmensa oportunidad para avanzar y evolucionar hacia una mejora en la gestión del talento. Tal y como queremos reflejar en este informe, no solo ha cambiado el cuándo y el dónde se trabaja, sino también el cómo y el porqué, y esto ya no depende tanto de las empresas como de las personas que forman parte de ellas.

2- Abríamos el post con el título La respuesta es la aprendibilidad y me reafirmo en ello. Lejos ya de la tutela formativa de los profesionales, debemos adoptar un rol más humilde. Apoyo a su legitima motivación de crecimiento profesional y organizacional. Y eso pasa porque sean eficientes en sus procesos de aprendizaje
Dionís Guzmán, al que tendremos la oportunidad de escuchar el próximo 23 de febrero en el CEJFE ha hecho una lectura muy inteligente, y ha unido la nueva manera de trabajar a la de aprender.
Nos va a acercar coordenadas muy interesantes para inspirarnos. El resumen de su ponencia (abierta y on line, 23 de febrero 16’15 horas) es esta:
Aprendibilitat a l’economia digital: la combinació imprescindible
La capacidad de adquirir nuevos conocimientos se ha convertido en crucial. El contexto de cambio constante en el que estamos inmersos requiere que tanto las empresas como los profesionales desarrollen y entrenen su habilidad de aprender.
Los grandes expertos del World Economic Forum o del Banco Mundial hace tiempo que lo proclaman: la learnability (o aprendibilidad) es la competencia definitiva para afrontar con éxito los retos que la nueva economía nos traerá durante los próximos años.
Sin embargo, organizaciones e individuos se apresuran al aprender conocimientos que ya existen sin preguntarse, sin embargo, si continuarán resultando útiles más adelante. Quizás el conocimiento generado durante el pasado no resulte útil para solucionar problemas que enfrentaremos en un futuro no muy lejano.
Ahora la pregunta es: ¿cómo se genera conocimiento que todavía no existe?