Anna Forés Miravalles

Per seguir somiant


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HUMOR Y EDUCACIÓN: UNIDOS POR LA RISA

 

“El acto más revolucionario que puedes cometer en la sociedad de hoy es

ser feliz en público”

Patch Adams

http://ined21.com/humor-y-educacion-unidos-por-la-risa/

La primera idea que me surgió cuando vi el film Patch Adams, que narra la historia del doctor Hunter Doherty conocido como el doctor de la risa, fue interrogarme sobre si el humor es un buen aliado para aprender.

Hace un par de días, reflexionando en clase sobre cuáles son las cualidades de los buenos docentes, Andrés Cerezo, alumno de Grado Primaria, recordó a uno de sus maestros y destacó en él “el humor” como una de las competencias clave  del buen maestro.

“Conseguía que la clase fuera distendida, aprendíamos entre sonrisas, nos provocaba curiosidad, se respiraba buen rollo… y todo era gracias al humor”.

El humor se convertía en sus clases en la estrategia mediadora en el proceso de aprender. No sólo mis alumnos, Jose Luis Coronado afirma que muchos estudios y experimentos en psicología educativa avalan esta idea básica: los estudiantes valoran más y mejor a aquellos profesores que tienen sentido del humor.

Humor y educación

Una alianza “de risa”

Las emociones, en forma de energía han sido señaladas por los estudios de neurociencia como el combustible que nos mantiene vivos.

Escribe Francisco Mora, en el libro Neuroeducación,  que la emoción es una energía codificada que permanece en ciertos circuitos del cerebro. Estos circuitos los podemos encontrar alojados físicamente en el cerebro límbico y el tronco del encéfalo. Al ser esto así, seguramente cuando reímos por una secuencia humorística, queda un reflujo de energía que permanece como un remanso emocional de felicidad en nuestra cabeza: cuando una idea va unida al humor, queda más tiempo en el cerebro.

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Una de las actitudes  positivas  más fáciles de identificar, es aquella que se manifiesta con el sentimiento de la felicidad y se exterioriza con la imagen de la risa: el humor. Se trata  de “una actitud frente a la vida” –afirmaba  R. Gómez de la Serna–, en el ensayo titulado “Humorismo”: “frente al humorismo está el amarguismo”.

Hablar del humor unido al ámbito educativo no es habitual. Estudiosos de este tema advierten que, aunque  el humor  ha ganado prestigio en otros ámbitos culturales,  continúa al margen de las aulas.

Cerciorarnos de esta situación ha llevado a que se pongan de manifiesto, por primera vez en educación, temas no considerados en tiempos anteriores relevantes como la que podemos denominar Pedagogía del Humor. Tradicionalmente, la enseñanza ha sido catalogada como  “cosa seria” y  asumo que este matrimonio está sujeto a crítica dada la complejidad de desligar aspectos culturales y científicos. En cualquier caso, son muchos los apoyos que provienen de estudiosos del tema, todos ellos muy serios, rigurosos y disciplinados.

Ron Burguess  en  “Escuelas que ríen” considera fundamental para los docentes comprender que la risa puede ser un elemento esencial para el aprendizaje,  pues crea un ambiente propicio para la enseñanza,  y nos reta a  combinar la risa y aprendizaje en la enseñanza ofreciendo  “149  propuestas para incluir el humor en las clases”.

La capacidad de pensar tiene más de una  dimensión y el profesor Berger (autor de una obra de referencia en este ámbito: La risa redentora, Barcelona: Kairós.) afirma que “la experiencia cómica tiene una función cognoscitiva o intelectual de gran importancia”. Su utilización en el aprendizaje, favorece el desarrollo de la creatividad al hacer que los alumnos, sean  capaces de  dirigir la mirada más allá de lo evidente, – prosigue Berger – proporcionando la posibilidad  de percibir ideas desde  dos marcos de referencia internamente coherentes, pero habitualmente incompatibles. El humor se convierte también en una herramienta de primer orden para el desarrollo del pensamiento reflexivo.

También filósofos tan serios como Nietzsche reconocen la risa como “aquello que permite al pensamiento serio desprenderse de sus límites y alcanzar lo “impensable”, lo que no puede ser pensado”. Es decir, la risa es un factor de creatividad y una fuente inagotable de ver la realidad desde diferentes perspectivas.

Begoña García, doctora en Psicología por la Universidad de Valladolid y experta en este tema, asegura en sus investigaciones que impartir una clase con sentido del humor tiene un gran impacto en la enseñanza que se desarrolla en el aula.

Tal como podíamos sospechar, en relación a la competencia comunicativa,  Isabel Iglesias nos corrobora en su experiencia narrada en el portal del Centro Virtual Cervantes,  que las posibilidades de explotación de los materiales humorísticos son múltiples porque: (1) implican trabajar tanto los efectos expresivos como los aspectos estéticos de la lengua,  (2) son muy eficaces para desarrollar las cuatro destrezas básicas (expresión oral, expresión escrita, comprensión lectora y comprensión auditiva) y (3)  son un recurso excepcional para explorar las distintas áreas de habilidad que articulan la competencia comunicativa.

¿Por qué no hay payasos

en todas las escuelas?

Recuerdo la idea tan genial que escuché a José Antonio Fraga (@o_fraga en la red twitter)  cuando le conocí en NOVADORS14  donde narró cómo cada mañana, uno de sus alumnos iniciaba las clases compartiendo “importantes mensajes” con contenido humorístico.mUn extraordinario proyecto que denominó Educación se escribe con h de humor.

Todo es sencillo cuando los docentes pensamos la escuela para ser felices y hacer felices a nuestros alumnos.

¿Cuánto vale para un chico la sonrisa de un maestro, de una profesora… de alguien en quien confías?

¿Cómo se sentirían nuestro alumnado y cómo nos sentiríamos los docentes si cada mañana llegáramos a la escuela con ganas de empezar a ilusionar, de emocionar… con ganas de reír, de dar la posibilidad de reír y de provocar la sonrisa?

Tengo la suerte de tener como compañeros de trabajo y compartir espacios de humor casi a diario al grupo PupaClown, Payasos de hospital. Como docente observo (e intento aprender con ellos) cómo utilizar el humor para convertirlo en pieza clave de los procesos, no sólo terapéuticos, sino también de aprendizaje. Es sorprendente sentir cómo los alumnos de las aulas hospitalarias inician cada mañana con una sonrisa, y es esclarecedor ver cómo el humor abre, con su mediación, una autovía emocional facilitadora de aprendizajes. Consiguen (aunque sea a costa de “tomarle el pelo” al maestro que adopta el papel de “payaso listo”) abrir el escondido mundo emocional de niños y adolescentes y, a través del ardid del humor, eliminar la negatividad del contexto hospitalario y educativo, dejándolos entregados al aprendizaje. “¿Por qué no hay payasos en todas las escuelas?” preguntan mis alumnos cuando la familia Pupa abandona el aula. Y yo me pregunto: “¿Por qué no se aprenderán competencias de comunicador y estrategias clown en la formación de  maestros?”

Las aportaciones del humor

a la escuela

Me gustó leer cómo el psicólogo Jesús Garanto, partiendo de sus investigaciones, estructuró los beneficios del humor en el aula en tres vertientes; con respecto a los profesores, con respecto al alumnado y con respecto al proceso de enseñanza y aprendizaje. Proporcionándome  otra gran certeza que sospechaba, en educación la energía emocional que proporciona el humor en el aula tiene importancia  no sólo para el que aprende, sino  también para el que enseña.

En todos estos años vengo constatando  cómo mi alumnado, con la comprensión del absurdo, adquieren conocimiento útil y racional sobre historia, sobre la comprensión de un cuento, sobre nociones de alimentación sana, de ecología y protección de la naturaleza ( por poner unos ejemplos). Además, a través del humor los alumnos aprenden a ser felices y adquieren una competenciaque no aparece, ni acotada como contenido en ningún libro de texto, ni regulada comoestándar de aprendizaje, en ningún currículo escolar.

Integrado en el aprendizaje , el humor  es un vehículo extraordinario que acerca al alumnado a los objetos de aprendizaje que se ponen en juego y se convierte para los docentes en un recurso metodológico de primer orden al erigirse como estrategia  de aprendizaje transversal (afecta a todas las disciplinas), global (se integra en la totalidad del ser) e inclusiva (afecta a todos por  igual y de la misma manera):

Razones para llevar

el humor a la escuela(1)

10

El humor es cercano.

A los niños y jóvenes les resulta cotidiano, amable y atractivo. Favorece la espontaneidad y el alumnado lo utiliza a la mínima oportunidad que se le ofrece.

El humor es útil a nivel social y personal

Favoreciendo tanto el desarrollo escolar de la inteligencia social y las relaciones sociales, como la mejora de la salud emocional y la inteligencia propioceptiva, reduciendo las defensas y los miedos.

El humor propicia personas creativas.

Eliminando las respuestas obvias, el desarrollo de habilidades humorísticas mejora la creatividad de los individuos, y genera un estilo propio y peculiar  que se puede transferir a otros ámbitos personales, académicos o laborales.

El humor enriquece el pensamiento.

Desarrolla el pensamiento lateral  al acometer situaciones imprevisibles, potenciando formas de pensar en multidireccionales.

El humor favorece la resolución de problemas, retos y proyectos

Porque permite invertir el orden lógico de las cosas para entenderlas desde otro punto de vista. Al mismo tiempo ayuda a asumir riesgos y aceptar los errores.

El humor es una herramienta lingüística expresiva y comprensiva de primer orden

Pues invita a experimentar activa y creativamente con la palabra ya que se trata esencialmente de un juego verbal  y de manipulación del lenguaje.

El humor facilita la comunicación

Abriendo canales habitualmente cerrados en las aulas. También porque utiliza un lenguaje directo basado en  un espíritu de naturalidad y posibilita  al alumnado a expresar sus ideas personales sin cortapisas y a que  los aprendizajes sean significativos y eficaces.

El humor proporciona espacios positivos y constructivos.

La risa y la sonrisa generan un clima psicológico positivo que favorece el aprendizaje y la creatividad, aminora los problemas de disciplina, desdramatizando conflictos y evita conductas agresivas y hostiles.

El humor conecta docente y alumnado.

Cuando los alumnos perciben humor en el docente, sienten su empatía y su afecto, promoviendo su comprensión mutua y manteniendo unas relaciones armoniosas y de confianza en un clima de cooperación.

El humor genera estilos de ayuda y cooperación en el aula

Difíciles de conseguir con otros recursos docentes: aumenta la cohesión y el sentido de pertenencia al grupo; desarrolla la interacción y la motivación como motor del interés por aprender.

 

Estas 10 razones

se resumen en 2:

I

El humor potencia la necesidad de aprender

II

Facilita los procesos de enseñanza y aprendizaje

Desde luego, la primera acción pasa por  Encontrar motivos serios para reírse. Se trata de  asumir que una educación integral ha de tener en cuenta que el sentido del humor, la capacidad de reír como mecanismo para afrontar la vida, forma parte de los básicos de aprendizaje de las personas y que la seriedad y el trabajo bien hecho son compatibles con el humor y la sonrisa. Esto pasa inevitablemente y  como propone José María Toro2 por dar espacio en las aulas para el humor, crear espacios  tiempo para que el alumnado pueda reír y compartir su sonrisa, felicidad y alegría con el resto de compañeros.

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 El humor se puede aprender

Actividades y técnicas

Para finalizar, comparto algunos ejemplos de actividades, proyectos y técnicas que se realizan ya en  aulas y propuestas  para realizar, que considero interesantes como modelos. Estos ejemplos se pueden adaptar a cada contexto y a las necesidades y características de las diferentes comunidades educativas.

  • Crear un día al mes del humor.  Se trata de desarrollar actividades y pasarlo bien aprendiendo currículo. “Les damos oportunidades para que puedan actuar como lo que son, niños y adolescentes. Hay días en que les dejamos venir al colegio en pijama o con un peinado divertido y alocado “ Pearl Arredondo, fundadora del San Fernando Institute For Applied Media
  • Cada mañana compartimos “mensajes importantes”. Iniciar cada mañana compartiendo mensajes, a modo de asamblea, con contenido humorístico. “¿Os imagináis un lugar en el mundo donde no se pueda reír? ¿no?… pues, si seguimos así, ese lugar existirá, y será nuestras aulas.” José Antonio Fraga, maestro y creador del proyecto Educación se escribe con h de humor.
  • El club de la comedia. “Todos los jueves a las 10:00 h. tenemos la hora de la comedia en el aula”.Marina Tristán, maestra de educación primaria. Sin tizas y a lo loco.
  • Relatos sobre el humor. Certamen Internacional de relatos cuyo tema deben versar sobre el humor. “Gracias al humor se puede ver la vida con otros colores y podemos sonreír o reírnos a carcajadas aunque nos duela algo o tengamos preocupaciones”. Equipo de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria.
  • El rincón del humor: Este rincón puede ser físico o virtual. En él se exponen fotos, dibujos, tiras cómicas, realizados por el alumnado, o encontradas en la red o en prensa, que se comparten para que toda el aula los disfrute. Cada día se le puede dedicar unos minutos al comienzo de las clases para comentarlas, leerlas y aportar motivos de su elección, entre los que “podrán” existir motivos referidos al currículo que se desarrolle en ese momento.
  • El diccionario del humor. Una iniciativa en la que se puedan escribir y proponer redefiniciones de vocablos, palabras recreadas, inventadas… y expresiones que lleven mensajes humorísticos y positivos.
  • La videoteca del humor. Se trata de una actividad de participación de las familias y otros adultos. Por medio de vídeos breves,  se pueden aportar historias propias, relatos jocosos, textos orales humorísticos, chistes… que conformen una enorme “videoteca del humor” compartida en la web del centro o aula. De ella se podrán extraer tanto aprendizajes curriculares, reconocimiento de valores,  y desarrollo de emociones como  análisis textuales relacionados con las competencias de expresión y comprensión oral y/o escrita.
  • El humor como actividad extraescolar. Cada vez son más los centros educativos que proponen Talleres clown, risoterapia, talleres de realización de cómic… como complemento ideal de la actividad docente.

Algunas notas,

a modo de epílogo

Escrito todo lo anterior, es evidente que la meta del docente que usa el humor como un recurso didáctico no es la de convertirse en comediante, sino  la de mediar pedagógicamente a través del humor.

Se trata fundamentalmente de, como docentes, ser capaces de integrar el humor a la metodología de uso en el aula, de forma sistemática y natural, de tal manera que ayude  a nuestro alumnado, por un lado,  a desarrollar una visión positiva de enfocar la vida y por otro, a mejorar su capacidad intelectual: Aprender felices y enseñar con alegría.

El éxito de enseñar con humor, dependerá de acertar tanto al elegir y planificar el tipo de humor más apropiado al contexto; al ponerlo como punto de relieve en el proceso de enseñanza y aprendizaje; al situarlo como elemento que despierte la curiosidad, la motivación y las emociones…como también elegir y planificar su desarrollo  bajo las circunstancias apropiadas y  en el momento oportuno: una enseñanza basada en el humor que equilibre objeto y procedimiento.

Re(IN)novar para transformar la educación se trata tanto de renovar echando mano de todo la ciencia pedagógica acumulada durante siglos, como de innovar, aportando a la educación toda la tecnología y la investigación actualizada que busca la mejora de los procesos de aprender.

¡Ni en serio, ni en serie!  

No te tomes a guasa la educación con humor,

que el humor para educar es una cosa muy seria.

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¿TE INTERESA EL TEMA? Para empezar, aquí tienes una lista de libros relacionados con el humor y la educación:

  • GARCÍA LARRAURI, B. (dir) (2010). Claves para aprender en un ambiente positivo y divertido. Todo rueda mejor si se engrasa con humor. Madrid: Ediciones Pirámide.
  • SOLÍS, J. Y CERRADA, J. (2010). El valor pedagógico del humor en la educación social. Bilbao: Desclée De Brouwer.
  • FRANCIA, A. y FERNÁNDEZ, J.D. (2009). Educar con Humor. Málaga: Ediciones Aljibe.
  • GARCÍA, J. y VÍO, K. G. (2005). El humor en el aula (y fuera de ella). Madrid: Publicaciones ICCE
  • TORO, J.M. (2005). Educar con “co-razón”. Bilbao: Editorial Desclée.
  • BURGUESS, R. (2003). Escuelas que ríen: 149 3/4 propuestas para incluir el humor en las clases. México: Editorial Pax.
  • BERGER, P. L. (1999). Risa redentora. Editorial Kairós.
  • GARANTO J. (1983).  Psicología del humor. Barcelona: Herder.

DOCUMENTOS CONSULTADOS

WEB SITES CONSULTADAS


NOTAS

1Adaptado de:

2 José María es maestro de enseñanza primaria, especialista en creatividad y autor de “Educar con Co-Razón”.


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5 fars , un honor

 

http://www.5fars.com/#!equipo/c12ff

 

Nací en Barcelona en 1962.

Soy licenciado en Ciencias Empresariales y MBA por ESADE. Empecé mi carrera profesional en el campo del Marketing, y enseguida reorienté mi carrera hacia la comunicación.

Trabajé durante 19 años en una multinacional de publicidad, ocupando distintos cargos, hasta que en Enero de 2008, y tras diez años de formación e investigación, decidí dedicarme a la comunicación personal y fundar el Instituto de Comunicacón 5 Fars.

Soy colaborador académico y profesor invitado de distintas Universidades como ESADE, la Universitat de Barcelona, IDEC (UPF), la Universidad de Navarra y otras.

Soy autor de los libros «La Isla de los 5 Faros» (RBA 2005, Planeta 2012), «Cuaderno de Bitácora» (RBA, 2006), Virus» (RBA 2007), «Conversaciones con Max» (RBA 2007), «El Premio» (RBA, 2008), «Escuchar con los ojos» (RBA, 2011), «Parlant la gent s’estima» (Ara Llibres, 2011), “La Química de las Relaciones” (Planeta, 2012 y Pòrtic 2012) y «Cuento de Invierno» (Comanegra, 2016). Soy también coautor del libro «Relaciones que Funcionan» (Conecta, 2016).

Colaboro habitualmente con diferentes medios de comunicación como «L’ofici de Viure» en Catalunya Ràdio. Soy autor de la sección «Comunicarse» de la revista Mente Sana desde su creación.

Ferran Ramon-Cortés – Dirección
Sonia González – Co-dirección

Nací en Barcelona en 1966

Soy licenciada en diseño por la Escuela Marangoni de Milán y diplomada en Focusing por el Instituto Español de Focusing, y miembro de The Focusing Institute of New York.

Tras una etapa profesional en la empresa familiar, me formé en comunicación personal y focusing, y me integré en el Instituto de Comunicacón 5 Fars como co-directora y coordinadora de los programas de Certificación.

Soy formadora en focusing y certificada en Sikkhona, herramienta con la que desarrollo mi labor profesional en el campo de las relaciones personales (pareja y familia).

Socios de Creación:

Alex Galofré  Pujol. Executive Coach especializado en Desarrollo Directivo. Co-Active Coach CPCC y Liderazgo por CTI, Coach de organizaciones y sistemas relacionales.

Anna Forés  Miravalles. Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Licenciada en Pedagogía por la Universidad de Barcelona.


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Xavier Gómez-Batiste: “Abans ens faltava tecnologia, ara ens manca empatia”

 http://www.valors.org/xavier-gomez-batiste-abans-ens-faltava-tecnologia-ara-ens-manca-empatia/

xaviergomezCARAgrossaJust al costat de l’Hospital de Bellvitge, es troba la seu de l’Institut Català d’Oncologia (ICO), un institut públic i monogràfic sobre el càncer. En aquesta institució es tracta la malaltia de manera integral ja que aplega, dins de la mateixa organització, la prevenció, l’assistència, la formació especialitzada i la recerca. A la segona planta, trobem els despatxos de l’Observatori Qualy, on ens espera el doctor Xavier Gómez-Batiste, doctor en medicina, expert en cures pal·liatives i fins fa pocs mesos assessor de l’Organització Mundial de la Salut (OMS) en aquest àmbit. Especialista en Medicina Interna, Oncologia i expert en Cures Pal·liatives. Actualment és el Director de l’Observatori ‘Qualy’ – Centre Col·laborador de l’OMS per Programes Públics de Cures Pal·liatives a l’Institut Català d’Oncologia (ICO). Des del maig de 2012 també dirigeix  la Càtedra de Cures Pal·liatives de la Universitat de Vic. A nivell de docència, és el Director del  Màster de Cures Pal·liatives de la Universitat de Barcelona des de 1998. A l’abril de 2011 va ser nomenat President del Consell Assessor del Programa per a la Prevenció i Atenció de Persones amb Malalties Cròniques del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya. Ha estat el Cap del Servei de Cures Pal·liatives de l’Institut Català d’Oncologia des de 1991 fins 2008.

En general, parlem massa del mal tracte i poc del bon tracte?
Totalment d’acord. De fet, hi ha tipologies del bon tracte i que practiquem, però que d’una manera d’esbiaixada sovint no es contemplen a la premsa, que sovint està més basada en els conflictes que en les solucions.

Les cures pal•liatives serien una de les tipologies a què prestem poca atenció…
Sí. L’atenció pal·liativa és una experiència de bon tracte perquè és l’aplicació de l’humanisme professional des d’un abordatge multidimensional, encara que no podem oblidar que l’humanisme sanitari ja existeix a casa nostra des de fa molts anys. Per exemple, el meu pare era metge de capçalera de Torelló. Un típic doctor humanista. Era deixeble de Mounier i després de medicina va estudiar filosofia i dret. Jo, des dels quinze o setze anys, l’acompanyava a les visites amb el maletí i d’ell en vaig aprendre una determinada manera d’atendre els malalts.

Segur que va ser un gran mestre.
Aquesta generació de professionals, que avui tenen entre vuitanta i noranta anys, eren excepcionals, però els hi faltaven dues coses: tecnologia i organització. Tecnologia vol dir que per atendre el dolor dels malalts de càncer avançats només tenien opiodes que es donaven de forma subcutània i només duraven dues hores. Avui, en canvi, podem ampliar set o vuit fàrmacs potents que es poden administrar per qualsevol via. Aquests metges, però, substituïen la tecnologia, amb la compassió.

I tampoc tenien organització?
Organització en sanitat vol dir: treballar amb un equip interdisciplinari, garantir l’atenció continuada i tenir accés als hospitals i a la tecnologia diagnòstica o terapèutica. Ells no tenien tot això i per donar suport als pacients i a les seves famílies tiraven d’altres recursos com l’actitud i els valors de l’humanisme. Dit d’una altra manera, substituïen les seves mancances amb compromís, consell i compassió.

I ara, la balança s’està desequilibrant de nou? Hem guanyat amb coneixement i organització però hem perdut qualitats humanes? Els metges són professionalment més freds?
Sí, durant un temps hem anat cap a l’altra banda. Avui tenim l’organització i la tecnologia, però, en canvi, hi ha valors que no estan tan desenvolupats o garantits. Aquests valors potser no són molt rellevants quan estem atenen situacions de poca complexitat, com pot ser una amigdalitis o una petita ferida, però són molt important davant de malalties avançades.

Quan més vulnerabilitat, més necessitat de bon tracte?
Com a mínim, davant d’un pronòstic de vida limitat o una evolució amb crisis i incerteses sí creix la necessitat d’atendre les persones tenint en compte valors addicionals, perquè en aquestes persones afloren allò que en diem necessitats essencials: l’espiritualitat, la dignitat, l’efecte, la companyia…

Per tant, quins serien, segons vostè, els valors del bon tracte?
Hi ha un article de Harvey Max Chochinov que parla dels comportaments que un transmet. I aquests comportaments depenen dels valors, però no solament dels valors, també de la reflexió personal i de l’aprenentatge d’aquests comportaments. Així, doncs, els comportaments que nosaltres considerem d’excel·lència són: l’empatia, considerada la capacitat d’entendre el que diu i el que sent l’altre; la compassió, entesa com l’empatia aplicada al patiment: la presència i el compromís.

Per tant, el professional que atén una persona que pateix…
…ha de tenir a la base l’educació i el respecte. Després necessita la competència clínica: saber utilitzar el fàrmacs i avaluar una úlcera, etc. En segon lloc ha de saber establir una bona comunicació. I, això, té una part de mètode que es pot aprendre i una part de comportament. En tercer lloc, ha de tenir una ètica i la presa de decisions respectant els valors. I, finalment, hi ha d’haver un compromís de seguiment amb el pacient. Mai se’l deixarà abandonat. I, de forma tranversal, per sobre d’aquests requisits, hi ha els comportaments que ja hem comentat, que són l’afegit d’excel·lència, però especialment importants en aquestes situacions. Comportaments sobre com abordar l’espiritualitat, promoure la dignitat, l’autonomia, el respecte, etc. El resum de tot plegat són les quatre “c” del professional: competent, conscient, compromès i compassiu.

I ja tenim el professional ideal! Cada any 28 milions de persones moren al món amb dolor per manca de cures pal•liatives. El bon tracte no cura, però fins a quin punt pacifica?
Un aforisme del segle XIII diu: “Curar de vegades, millorar sovint i confortar sempre”. De vegades, realment, no podem millorar. Tot i que ara hem millorat molt, hi ha tipus de dolors difícils de controlar. El dolor de caràcter existencial és el més difícil d’apaivagar. Són persones que tenen dificultats en acceptar la seva situació, malalts amb distesa emocional severa. Les bases que hem comentat serveixen per crear les condicions bàsiques. És a dir, si una persona té un nivell de dolor deu que no la deixa dormir durant mesos o si no està ben atesa i ha d’anar a urgències cada tres dies, no li podem parlar d’espiritualitat. Com diu Miquel Martí Pol, que va morir d’una esclerosis múltiple, “el procés de morir és molt individual”; per tant, un no pot arribar a una cota de pau amb si mateix, si no té cert benestar garantit.

Si voleu llegir l’entrevista sencera, acudiu als nostres punts de venda o compreu-la directament al nou iQuiosc.cat

 


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¿Das más que recibes?

 

http://elpais.com/elpais/2015/12/30/eps/1451478814_331817.html

Entregados y egoístas; altruistas y cicateros; cada uno tenemos un papel a la hora de dar y de recibir. Conocerlo bien es clave para el éxito

Aunque dar y recibir son dos aspectos de la interacción humana que deberían estar en armonía, lo cierto es que hay personas más propensas a dar a los demás y otras que reciben mucho más de lo que ofrecen. Sin embargo, no siempre somos conscientes del rol que desempeñamos, ni sabemos identificar cuál es la tónica de los demás.

En su libro Dar y recibir, Adam Grant, profesor de la escuela de negocios Wharton School, en Estados Unidos, estudia este aspecto fundamental del intercambio entre seres humanos y revela unos resultados sorprendentes.

Grant, que además de docente es psicólogo, clasifica a las personas en función de cómo se relacionan con su entorno.

Donantes. Son aquellos que dan por sistema a los demás, en muchos casos para obtener su cariño y aprecio. Este grupo se divide a su vez en dos subgrupos que se analizarán más adelante.

Receptores. Son los que reciben los favores del resto, ya se trate de dinero o de tiempo, y lo hacen en una cantidad notablemente superior a lo que devuelven.

Equilibradores. Buscan una armonía entre lo que aportan y lo que obtienen, y están atentos a las interacciones según este criterio. No es la tipología más común.

Falsos donantes. Bajo una máscara de generosidad, su estrategia es dar uno y quitar diez. Suponen una amenaza mayor que los donantes porque actúan de manera encubierta.

Un primer paso para darse cuenta de cómo son nuestras relaciones con los otros sería identificar nuestro papel entre estos cuatro grupos y, acto seguido, tomar conciencia de qué tipo de personas nos rodean.

DOS ADICTOS QUE SE NECESITAN

Henry Miller, novelista norteamericano que vivió de forma bohemia en la Europa en los años treinta, logró llevar adelante su sueño de escritor durmiendo en casas de amigos y subsistiendo a base de préstamos que no devolvía. El autor deTrópico de Cáncer, entre otras obras de inspiración biográfica, decía que para que se pueda establecer una relación asimétrica de este tipo “se necesitan dos enfermos: el adicto a pedir y el adicto a dar”. Sin uno no puede existir el otro, ya que ambos alimentan así sus carencias.

Sin duda, cualquiera ha ejercido alguna vez el papel de donante y ha ayudado a receptores que a menudo no dan ni las gracias. En su best seller, Grant les define a estos últimos de la siguiente forma:

“Los receptores tienen un rasgo característico: les gusta obtener más de lo que reciben. Inclinan la reciprocidad a su favor y ponen sus intereses por delante de las necesidades de los demás. Creen que el mundo es un lugar competitivo, una auténtica jungla donde los unos devoran a los otros. Piensan que para alcanzar el éxito tienen que ser mejores que el resto. Para demostrar su valía, se promocionan a sí mismos y procuran que sus esfuerzos reciban los elogios que se merecen. No son crueles ni despiadados; son simplemente cautos y poseen un gran instinto de autoprotección. “Si no pienso en mí y me pongo por encima de todo lo demás”, piensan, “nadie lo hará por mí”.

Curiosamente, los receptores no siempre llegan a los puestos más altos de sus estructuras, como menciona Grant en un estudio estadístico realizado por expertos en ciencias sociales. La primera conclusión de esta investigación es que los donantes suelen ocupar la parte más baja del escalafón en todas las profesiones. Quien se ocupa de darlo todo es, lógicamente, quien menos dinero tiene y raramente alcanza puestos de responsabilidad. En la punta de la pirámide del éxito, sin embargo, no están ni receptores ni equilibradores.

Así como los donantes están instalados en la parte baja de la pirámide, los otros dos grupos ocuparían un lugar intermedio. Entonces, ¿quién reside en la cúspide?

Nuevamente los donantes.

¿Pero cómo es posible? ¿No habíamos quedado en que los que ceden ocupan la parte inferior de la tabla? La respuesta es: sí, pero se trata de cierto tipo de donantes cuya generosidad les ayuda a alcanzar el éxito.

Para entender por qué hay una clase de donantes en el escalafón más bajo y otra distinta en lo más alto de la pirámide, hay que analizar cómo funciona cada subespecie.

Donantes estrella. Son aquellas personas con criterio para gestionar su generosidad de forma inteligente. Saben cuándo dar, con quién, cómo y a cambio de qué. Pertenecen a esta categoría los inversores que apuestan por una start-upy ven multiplicados sus ingresos, los que cultivan relaciones que les reportan contactos beneficiosos, o los que realizan donaciones a cambio de prestigio social para ellos o para su marca.

Felpudos. Este término acuñado por Grant define a los que dan indiscriminadamente, de manera que su actitud se toma como una enfermedad, algo que necesitan hacer para sentirse bien. Su entorno se acostumbra a la generosidad permanente hasta el punto de que sus donaciones dejan de ser valoradas. Al contrario, si un día no dan algo, entonces son señalados como seres crueles e injustos. El apelativo “felpudo” encaja bien en este perfil, ya que al final todo el mundo les pisa.

La diferencia básica entre ambas clases es que los felpudos establecen relaciones asimétricas, mientras que los donantes estrella obtienen beneficios, aunque sea a medio o largo plazo, de su generosidad. En palabras del escritor de libros de autoayuda Stephen Covey, estos últimos operan desde el win-win, es decir, son capaces de establecer relaciones en las que todos ganan.

PARA SABER MÁS

¿Das más que recibes?

Libros
Dar y recibir
Adam Grant (Gestión 2000)

Esta obra que ha estado en las listas de The Financial Times y de The Wall Street Journal es un ensayo que, además de clarificar los tipos de relaciones que promovemos, aporta una visión optimista para transformar la generosidad enfermiza en vínculos enriquecedores que impulsen el bien de todos.

Para tener una relación saludable con el mundo no hay que señalar culpables. Ni siquiera se puede hablar de buenos y malos, dado que la mayoría de personas no son conscientes de qué rol ejercen, sino de las decisiones acertadas o equivocadas que parten de uno mismo.

Como dice la sabiduría popular, cada uno es “responsable de lo que le sucede”, ya que cada actitud tendrá un impacto en el comportamiento del otro. Por tanto, el primer paso para sanar la adicción a dar es asumir que se está desempeñando ese papel sin ver compensación alguna, como sería el caso del donante estrella. Hay una serie de medidas que se pueden tomar para lograr unas relaciones más justas y saludables.

Saber qué nos impulsa a ceder. ¿Por qué entregamos lo mejor que tenemos a todo el mundo constantemente? En palabras de Antoni Bolinches, “el origen suele estar en una falta de amor en la infancia. Las personas que han recibido poca atención de su padre o de su madre cuando eran niños, de adultos buscarán el amor en todo el mundo e intentarán comprarlo a través de una entrega enfermiza”.

Detectar a los vampiros. Si hay receptores en el entorno que no paran de exigir, hay que saber apartarse de ellos a tiempo y frecuentar otro tipo de compañías.

Esperar la ayuda. Aunque sorprenda, la inmensa mayoría de las donaciones se llevan a cabo a propuesta del donante, que ofrece su dinero, su tiempo o sus contactos para ser útil. Si ayudamos solo a quien lo pide expresamente, habremos eliminado ya hasta un 90% de las donaciones.

Dar a quien lo merece y necesita. El ­último paso en este proceso curativo sería elegir bien a quién damos. La primera pregunta que debemos plantearnos es si nuestra relación con el receptor justifica la donación. En segundo lugar, plantearnos si nuestra ayuda es realmente necesaria, o bien la persona puede procurarse lo que reclama por sus propios medios.

De lo que se trata, al final, es de establecer relaciones justas con los demás y con uno mismo, y de que cada persona asuma sus responsabilidades. Llegados a este punto, ya no hablaremos de dar y recibir, sino de compartir la vida con toda su riqueza.

elpaissemanal@elpais.es


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Claves para ser asertivo

 

http://www.abc.es/familia-educacion/20150410/abci-guia-asertividad-emociones-201503301356.html

Se trata de un comportamiento que se puede aprender. ¿Quieres saber cómo ponerlo en práctica?

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La asertividad es la habilidad que nos permite expresar nuestras opiniones o sentimientos, sean estos positivos o negativos, de forma clara, directa y sin que medie la hostilidad.

Decía Eric Schuler, que «es una herramienta que te ayuda a ser tú mismo, a no tener miedo ni vergüenza de tus propias convicciones, a defenderlas con entusiasmo sin menospreciar ni mostrarte agresivo hacia quienes no las comparten… Basada en la autoestima, se apoya en el respeto a las propias convicciones sin pretender imponerlas a los demás. Su práctica aumenta la confianza en ti mismo y la soltura con la que puedes hacer frente a cualquier situación».

Según explican Eva Bach y Anna Fores en su libro «La asertividad para gente extraordinaria» hay quien piensa que este concepto consiste simplemente en idear maneras más o menos afortunadas y no ofensivas de decir algo de mal gusto o no grato de escuchar. «A veces la asertividad es un eufemismo queutilizamos para suavizar cosas gordas que pensamos de los otros, y en este tipo de usos implica una trampa, en la que tenemos que procurar no caer —explican—. Si siempre que recurrimos a ella lo hacemos con la intención de endulzar algo amargo, quiere decir que nosotros ya hemos hecho nuestro juicio sobre el otro, y lo único que pretendemos es disimularlo o no decirlo de forma tan clara o directa»

Según estas autoras, si es así, nuestra tonalidad emocional nos va a traicionar en un momento u otro y lo que digamos va a resultar igualmente agresivo, aunque no lo se abiertamente.

Cuatro habilidades básicas

En el libro recuerdan que Laurus, uno de los primeros autores en desarrollar este concepto, concreta la conducta asertiva en cuatro habilidades básicas:

—capacidad de decir no.

—Capacidad de pedir favores y hacer peticiones.

—Capacidad de expresar sentimientos positivos y negativos.

—capacidad de iniciar, mantener y cerrar conversaciones.

En definitiva, la asertividad se necesita tanto para dar gracias, pedir disculpas, presentarse uno mismo o formular una pregunta, como para efectuar o aceptar una crítica, dar o aceptar un elogio, negociar, etc.

Se trata de un comportamiento que se puede aprender, a pesar de que te guste agradar a todos los de tu alrededor, quieras evitar confrontaciones, experimentes baja autoestima o tu situación laboral te haya obligado —y a la larga acostumbrado— a silenciar tus verdaderas opiniones.

Claves para integrarla en nuestra vida

Todas ellas son las causas más frecuentes que marcan las personalidades poco asertivas. ¿Cómo podemos integrar la asertividad en las situaciones sociales? Así lo explica Javier González, Ceo del Instituto Superior Magna Coaching:

—Elimina los pensamientos negativos. A la mayoría de las personas les resulta incómodo decir que no a una petición de un tercero, es una sensación común, pero no debes permitir que el malestar impida hacer valer tus derechos, motivos o argumentos por los que no puedes o no quieres acceder.

—Cuando expresas tus sentimientos no debes buscar que el interlocutor los encuentre justificados o los comprenda, únicamente estás informando de tu parecer que es lo que se pretende conseguir con la conducta asertiva.

—Busca el momento y lugar adecuado para comunicar tus sentimientos. Queda para tomar café en un sitio tranquilo o refúgiate en una sala de la casa o de la oficina en la que no se produzcan injerencias externas.

Estructura el mensaje que quieres transmitir en el que especifiques hechos, sentimientos y consecuencias. Ejemplo: Como no me has avisado de que llegarías tarde (hecho), me he puesto nerviosa (sentimiento/sensación), por favor avísame la próxima vez y la espera será menos angustiosa (consecuencia).

—Pon en práctica la técnica «Banco de niebla». Consiste en reconocer que estás de acuerdo en que el interlocutor tiene motivos (con los que no es necesario que empatices) para mantener su postura, pero sin dejar de expresar que mantendrás la tuya, ya que también tienes el derecho y los argumentos para hacerlo.

 


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La emoción es la clave del aprendizaje, entrevista a la Brújula del Cuidador, gràcies Raül i Meritxell

http://brujulacuidador.com/2014/10/12/la-emocion-es-la-clave-del-aprendizaje/

Quaderns d'educació social

 

Anna Forés es Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Licenciada en Pedagogía por la Universidad de Barcelona.

Es una apasionada por la educación, y una entusiasta por saber cómo aprendemos y cómo vivir mejor la vida. Es autora de diferentes libros de divulgación, entre los que destaca “La Resiliencia. Crecer desde la adversidad” y “La Asertividad. Para gente extraordinaria”.

 

 

¿Cuál fue el motivo por el que escogiste estudiar Pedagogía?

Creo en la educación, y pensé que aunque los estudios posiblemente no me servirían para ejercer una futura profesión serían aprendizajes para mí, para mi entorno, y para la vida.

 

Ahora cumples 22 años como docente y formadora de alumnos del campo social, especialmente de educación social. ¿Qué se aprende trabajando con jóvenes?

Resaltaría principalmente la mirada fresca -aún no mediatizada- y la reflexión sobre el trabajo diario. La universidad exige estar siempre el día, no te puedes quedar con los papeles amarillos (risas). Hay que adaptarse y avanzar en los diferentes ámbitos para poder enseñar.

 

¿Qué cuentas pendientes piensas que tiene aún la  Universidad?

Actualmente los parámetros de exigencia no tienen mucho que ver con mejorar la enseñanza. La figura del profesor/a universitario ha perdido mucho la dignidad. Me explico, la sociedad reconoce el papel del profesor/a universitario, pero eso está, hoy en día, en un diámetro totalmente opuesto en consideración con el área salarial o las condiciones profesionales. Estamos exigiendo investigación, gestión e innovación al profesorado y no le estamos dando ni tiempo, ni recursos, ni reconocimiento salarial.

 

Desde tu constante interés por estimular el potencial de cada persona, has escrito y publicado acerca de la resiliencia y la asertividad. ¿Por qué nos puede hacer más felices ser asertivos?

La asertividad es una de las claves esenciales de la comunicación humana. Nos permite expresar lo que sentimos, lo que pensamos y lo que necesitamos sin agredir ni ser agredidos. Cuanto más honesto, cuánto más sincero, y con cuánto más respeto me dirija a alguien, esa comunicación será más eficiente. Y si es eficiente fácilmente nos llevará a una mejor relación y con ello a una mayor felicidad.

 

Entonces ¿cómo podemos trabajar la asertividad?

La asertividad significa creer en la otra persona y creer en ti como persona. Se puede utilizar una mala asertividad cómo estrategia de manipulación, eso sería una falsa asertividad. El planteamiento correcto es desde el corazón: “Quiero ser una persona asertiva porque quiero llegar a la otra persona y poderle expresar realmente lo que siento”. Por eso debe de existir la confianza.

¿Cómo podemos explicar la diferencia entre una “persona sincera agresiva” y una que no lo es?

Si deseo ser una persona sincera asertiva, cómo me importa la otra persona cuidaré mucho qué tengo que decir y cómo tengo qué hacerlo. Un ejercicio o tres premisas para un planteamiento asertivo es formularse estas tres cuestiones: ¿Es útil lo que voy a decir? ¿Es verdad? ¿Es bueno para ambos?

 

Por lo tanto, para ser una persona asertiva debo de ser primero una persona empática…

Así es. Si no soy una persona empática, difícilmente seré asertiva. La persona no asertiva puede esconder un problema de autoestima. De hecho, la agresividad muchas veces lo que esconde son inseguridades: “Cómo no quiero que me cuestiones, soy agresivo contigo”. Si trabajo la empatía, te puedo comprender y si te puedo comprender puedo decir las cosas de la manera que creo te pueden ser útiles.

 

¿La resiliencia es un “Sí” a la vida?

Es un “Sí” rotundo; es el reconocer el sentido de la vida y darle sentido a la vida.

 

¿Crees que todo ser humano tiene capacidad para crecer desde la adversidad?

Por supuesto. Todo ser humano puede ser resiliente porque es una capacidad y como capacidad se puede trabajar. Por ejemplo, ¿todo el mundo es capaz de hablar idiomas? Sí. ¿Todo el mundo habla idiomas? No. Además, hay aspectos multifactoriales que intervienen para promover procesos de resiliencia, como puede ser el sentido de la vida, el ser consciente que formas parte de una red o comunidad, el autoconocimiento y autoconcepto, la iniciativa, etc.

 

Para ser resliente, ¿es necesario el apoyo de otra persona?

Es necesaria la mirada del otro, es decir el reconocimiento que soy digno de ser un humano. Porque el otro te dignifica y a partir de esto uno también empieza a creer en uno mismo. Dice Tim Guenard: El cielo empieza con la mirada del otro.

 

¿Y en la familia? ¿Cómo podemos demostrar a nuestros hijo el me importas?

Por ejemplo, un padre nos explicaba que no podía ver mucho a sus hijos por motivos de trabajo y eso le causaba mucha culpabilidad. Cuando llegaba por la noche, hacía un lazo en la cama de su hijo con lo cual el niño cuando se despertaba sabía que su papá durante la noche había pasado por allí.

 

Alguna bella experiencia de resiliencia desde la educación social o alguna obra que te apetezca compartir…

La experiencia de vida de Tim Guénard y su obra “Más Fuerte que el Odio”.

 

Una vez leí una frase tuya que decía que sin emoción no hay educación, ¿Por qué?

Desde los últimos avances más neurológicos, se demuestra que justamente cuando estás aprendiendo es importantísimo trabajar desde la emoción, puesto que todo aquello que conecta con la emoción nos “impregna” más. ¿Porque recordamos más un concierto? ¿O una película? Posiblemente porque nos ha emocionado. Si en la educación lográramos trabajar desde la emoción, todo lo que es la comprensión  y la memorización sería más sencilla. Por eso se tendría que llevar la pasión a las aulas… La emoción es clave para aprender.

 

Entonces seguiremos trazando ese camino que nos permita crecer desde la adversidad y ser más asertivos… ¡Muchas gracias!